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Publicación de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) sobre creatividad y pensamiento crítico es lanzada en portugués

En una educación para el siglo XXI, educadores y sistemas educativos deben preparar a los estudiantes para los nuevos desafíos que ya se vislumbran en todas las sociedades: yendo más allá de la enseñanza del currículo tradicional, las escuelas deberán desarrollar a los alumnos en sus diversas dimensiones por medio del trabajo de diversas competencias, entre ellas, la creatividad y el pensamiento crítico.

Esta es una de las recomendaciones del informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) “Fostering Student’s Creativity and Critical Thinking – what it means in school” (Fomentar la creatividad y el pensamiento crítico de los alumnos: qué significa esto en la escuela), traducido al portugués por el Instituto Ayrton Senna en asociación con la Fundación Santillana. “Se trata de una publicación muy importante para el mundo y para Brasil porque culmina un proceso de cinco años de aprendizaje intensivo sobre el tema de las competencias de pensamiento crítico y creatividad con base en la ciencia”, dice Tatiana Filgueiras, vicepresidenta de Educación del Instituto Ayrton Senna.

Para el director académico de la Fundación Santillana, Miguel Thompson, prestar atención al  estímulo de la creatividad en las escuelas es una de las tareas primordiales en este comienzo de siglo. “En tiempos tan complejos y dinámicos las capacidades de imaginar y crear van a ser fundamentales para encarar las cuestiones emergentes local y globalmente. La formación de jóvenes autónomos y propositivos pasará por la necesidad de que creemos en la escuela desafíos originales y reales para que el ciudadano del futuro se transforme a sí mismo y a su entorno en búsqueda de un mundo mejor”. La publicación traducida al portugués, bajo el nombre de “Desenvolvimento da Criatividade e do Pensamento Crítico dos Estudantes – O que significa na escola”, estará disponível online a partir del próximo jueves, día 5.

La traducción del informe forma parte de la iniciativa del Instituto Ayrton Senna de contribuir al debate en Brasil sobre el desarrollo y la evaluación en la escuela de competencias socioemocionales e híbridas como creatividad y pensamiento crítico. “El papel del Instituto Ayrton Senna es entender cuáles son las contribuciones de la ciencia, cuáles son las buenas prácticas basadas en evidencias a las que tenemos acceso en el mundo y establecer un puente entre ese conocimiento y quien, de hecho, es el que toma las decisiones de política pública y dentro del aula”, afirma Tatiana. El libro es uno de los materiales que sirve de base al “Seminário Internacional Criatividade e Pensamento Crítico na Escola” (Seminario Internacional Creatividad y Pensamiento crítico en la escuela), promovido por el Instituto Ayrton Senna con el apoyo de la Unesco, que también tendrá lugar este jueves y que reúne en Brasil a especialistas sobre el tema nacionales e internacionales para debatir esas competencias en el contexto escolar.

La publicación es el resultado del proyecto del Centro de Investigación e Innovación en Educación (CERI) de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), llamado “Desenvolvendo e avaliando criatividade e pensamento crítico em Educação” (Desarrollar y evaluar la creatividad y el pensamiento crítico en la educación), que tenía por objetivo identificar consensos dentro de la comunidad educativa internacional sobre lo que significaría desarrollar y evaluar las competencias de creatividad y pensamiento crítico en la escuela y promover contenido de apoyo para los educadores. “El proyecto buscó dejar claro lo que significa desarrollar y evaluar las competencias de creatividad y pensamiento crítico en la práctica; por ello, se desarrollaron recursos como las rúbricas y ejemplos de planes de clase para que los profesores pudiesen materializar de qué manera cambiar sus prácticas y promover esas competencias”, dice Stéphan Vincent-Lacrin, líder de División en el CERI. La iniciativa unió los esfuerzos de equipos de 11 países, entre ellos Brasil, que desarrollaron metodologías, planes de clases e instrumentos de evaluación a partir de las orientaciones y materiales de apoyo ofrecidos por la OCDE. El proyecto fue desarrollado en las escuelas a lo largo de los años 2015 y 2017, abarcando a cerca de 800 profesores y a más de 20 000 alumnos de la Enseñanza Fundamental y Media.

Con el objetivo de apoyar a los educadores en la implementación del proyecto, además de recomendar a los países que ofreciesen formaciones pedagógicas a los profesores involucrados, la OCDE puso a disposición rúbricas de evaluación y ejemplos de planes de clases para todos los participantes. “El primer objetivo fue darles a los profesores un vocabulario que entendiesen, fuese fácil de recordar y aplicable a su contexto escolar”, explica Stéphan. Esos instrumentos fueron implementados en los diferentes territorios por los equipos con carácter experimental, los cuales dieron feedbacks a la organización sobre la eficacia de las metodologías y herramientas de evaluación. A partir de esas informaciones, la OCDE perfeccionó su propio material y creó una base de datos con más de 100 planes de clase y rúbricas adaptadas a cada componente curricular involucrado en la intervención (ciencias, matemática, artes visuales y música), base a la que puede acceder cualquier educador de cualquier parte del mundo.

El trabajo final, lanzado ahora en portugués, trae algunos ejemplos de los planes de clase desarrollados, ofrece una visión sobre qué metodologías pedagógicas se utilizaron, habla sobre la importancia de la creatividad y el pensamiento crítico en el siglo XXI, trae resultados sobre la experiencia de alumnos y profesores en el proyecto y explica más detalladamente los principios e implicaciones de la utilización de las rúbricas. El informe también generó bases para la creación del nuevo dominio del PISA (Programa Internacional de Evaluación de Alumnos) que en 2021 va a incorporar ítems de evaluación del pensamiento creativo de los estudiantes.

¿Por qué creatividad y pensamiento crítico?

En un mundo cada vez más conectado y globalizado, los sistemas de enseñanza de todo el mundo vienen pensando en cómo preparar a los niños y jóvenes para enfrentar los desafíos del siglo XXI. Dentro de este escenario, es necesario desarrollar plenamente a los estudiantes, en todas sus dimensiones.

A partir de este contexto, la OCDE evalúa que los alumnos deberán ser cada vez más críticos y creativos para proponer nuevas soluciones, resolver problemas en grupo y no ser solamente consumidores de innovación, sino también productores de esta. De acuerdo con el informe, “cada vez más personas tendrán que absorber la innovación y contribuir a ella. Como los robots y la inteligencia artificial lideran el movimiento de automatización, una gran parte del mercado de trabajo, las competencias que no pueden ser automatizadas como la creatividad y el pensamiento crítico se tornarán más valiosas”.

Para Andreas Schleicher, director de Educación de la OCDE, los sistemas educativos deben prepararse para desarrollar tales competencias. El futuro requerirá personas que puedan imaginar, inventar, conectar conocimientos nuevos y antiguos y resolver problemas que todavía no conocemos; por lo tanto, la creatividad y el pensamiento crítico estarán en el centro de aprendizaje. Según el informe, la mayoría de los currículos de los países miembros de la OCDE ya incluyen, de alguna manera, el desarrollo de esas competencias. Sin embargo, muchas veces los educadores consideran difícil identificar de qué manera pueden desarrollar esas  habilidades en su práctica docente.  “Los profesores tuvieron una reacción positiva frente al proyecto porque vieron en la práctica lo que significa evaluar el pensamiento creativo”, afirma Todd Lubart, profesor de Psicología de la Universidad de París-Descartes y uno de los creadores de la evaluación del potencial creativo (teste EPoC) indicado por la OCDE para uso por parte de los equipos de todos los países.

Experiencia en Brasil

En Brasil el proyecto fue implementado por el Instituto Ayrton Senna en asociación con la Secretaría Municipal de Educación de la ciudad de Chapecó, estado de Santa Catarina; la Secretaría Estadual de Santa Catarina y la Federación de Industrias del Estado de Santa Catarina (Fiesc) entre 2016 y diciembre de 2017. Participaron cerca de 40 educadores que pasaron por formaciones pedagógicas conducidas por el Instituto y referidas a las formas de promover y evaluar los progresos de los estudiantes en el desarrollo de las competencias de creatividad y pensamiento crítico. De ellos, el 80 % consideraron los instrumentos de evaluación de la OCDE relevantes para su práctica pedagógica y el 91 % pasaron a discutir más con otros profesores sobre el desarrollo de los alumnos.

El informe apunta también que la mayor parte de los profesores que usó los materiales de diversas maneras en su práctica pedagógica cambió su visión sobre lo que significan las competencias de creatividad y pensamiento crítico y notaron cambios en la forma en que planifican sus clases, preparan las actividades para sus alumnos y trabajan con sus colegas. “Participar del proyecto de la OCDE fue una oportunidad muy rica de conectar una discusión internacional con las especificidades de nuestra realidad local”, afirma Laura Pizzo, especialista del Instituto que lideró la implementación del proyecto en Chapecó. “Fue posible abarcar tanto aspectos de política pública como de práctica pedagógica en el salón de clases”, agrega.

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